En el mundo de la cocina profesional, las amasadoras son herramientas esenciales para la preparación de masas y otros alimentos. Dos tipos populares de amasadoras son las planetarias y las espirales, cada una con sus propias características y ventajas. Aquí te presentamos las principales diferencias entre ellas:
1. Movimiento de Mezcla:
- Amasadoras Planetarias: Utilizan un movimiento de mezcla planetario, donde el gancho o batidor gira alrededor del bol mientras también se mueve sobre su propio eje. Esto asegura una mezcla uniforme y una incorporación completa de los ingredientes.
- Amasadoras Espirales: Emplean un movimiento de mezcla espiral, donde el gancho o batidor gira en espiral dentro del bol. Este movimiento es especialmente eficaz para mezclar masas más densas y pesadas, como las de pan o pizza.
2. Capacidad y Uso:
- Amasadoras Planetarias: Son ideales para trabajos de repostería y pastelería, así como para mezclar masas más ligeras y batiendo cremas y otros ingredientes.
- Amasadoras Espirales: Son más adecuadas para la producción de pan en grandes cantidades, ya que son capaces de manejar masas más pesadas y densas de forma eficiente.
3. Velocidad y Potencia:
- Amasadoras Planetarias: Suelen tener velocidades ajustables y ofrecen una mayor potencia para mezclar ingredientes más ligeros de manera rápida y efectiva.
- Amasadoras Espirales: Tienen menos velocidades pero ofrecen una mayor potencia en la rotación del gancho, lo que las hace ideales para trabajar con masas densas y pesadas.
4. Diseño y Espacio:
- Amasadoras Planetarias: Tienden a ser más compactas y ocupan menos espacio en la cocina, lo que las hace más adecuadas para establecimientos con limitaciones de espacio.
- Amasadoras Espirales: Suelen tener un diseño más robusto y ocupan más espacio, pero son indispensables para panaderías y pastelerías que producen grandes cantidades de pan.
En resumen, la elección entre una amasadora planetaria y una espiral dependerá del tipo de alimentos que prepares con más frecuencia, el volumen de producción y el espacio disponible en tu cocina comercial. Ambas son herramientas poderosas que pueden mejorar la eficiencia y la calidad en la preparación de alimentos en tu establecimiento.